¿Existe alguna forma de evitar el desgaste de la maquinaria industrial? Evidentemente este es un fenómeno inevitable, pero tener la capacidad de identificar las causas que lo provocan y emplear técnicas avanzadas de monitoreo puede ayudarte mucho, permitiendo anticipar fallos, reducir tiempos de parada y optimizar la inversión en mantenimiento.
¿Cómo se produce el desgaste en los equipos?
En primer lugar, tienes que tener en cuenta que, cuando hablamos de desgaste, nos referimos al resultado de la interacción entre superficies sólidas sometidas a movimiento relativo y carga.
Aunque el envejecimiento natural de los activos es esperado, existen factores operacionales y ambientales que aceleran el deterioro, como la insuficiencia de lubricación, la presencia de contaminantes, la sobrecarga o la desalineación. Estos factores incrementan la fricción y favorecen la aparición de daños prematuros, afectando la fiabilidad y disponibilidad de los activos.
Principales tipos de desgaste
El desgaste superficial puede clasificarse según el fenómeno físico-químico predominante. A continuación, te mostramos los tipos más comunes en entornos industriales:
1. Desgaste abrasivo
Ocurre cuando partículas duras o asperezas actúan como agentes de corte, arrancando material de la superficie más blanda. Puede manifestarse en forma de rayaduras, surcos o virutas microscópicas. El desgaste abrasivo se intensifica con la presencia de contaminantes sólidos y se agrava si la dureza de las partículas supera la del material base.
2. Desgaste corrosivo
Se origina por la combinación de esfuerzos mecánicos y reacciones químicas entre la superficie y el entorno (humedad, oxígeno, contaminantes). La fricción y la presión local elevan la temperatura en la interfaz, acelerando la formación de óxidos o capas reactivas que, al desprenderse, dejan expuesto el material base a un deterioro progresivo.
3. Desgaste por adhesión
Se produce cuando dos superficies metálicas, bajo presión y movimiento, generan uniones microscópicas que posteriormente se rompen, transfiriendo material de una a otra. Este proceso es especialmente severo en condiciones de lubricación deficiente y puede derivar en daños como el scuffing, donde la superficie muestra marcas profundas alineadas con la dirección del movimiento.
4. Desgaste por fatiga superficial
Este mecanismo aparece en componentes sometidos a cargas cíclicas, como rodamientos y engranajes. Las tensiones repetidas generan microfisuras bajo la superficie, que progresivamente se extienden hasta provocar la pérdida de pequeñas partículas, fenómeno conocido como pitting. El pitting es una de las principales causas de fallo en elementos rodantes.
Estrategias para reconocer y anticipar el desgaste
Como te hemos dicho, el desgaste es inevitable, pero sí puedes hacer que no sea inmediato con un diagnóstico temprano que te ayude a evitar fallos inesperados.
Existen diversas tecnologías de monitoreo de condición, cada una con ventajas y limitaciones según el tipo de desgaste y el activo analizado, te contamos las principales:
Análisis de aceite.
Proporciona información directa sobre el estado interno del equipo y el lubricante. Detecta partículas y contaminantes asociados a todos los tipos de desgaste, permitiendo identificar el mecanismo y cuantificar la progresión del daño.
Análisis de vibraciones.
Ideal para identificar desbalanceos, desalineaciones y daños incipientes en componentes rotativos. Permite localizar la zona afectada y caracterizar el tipo de fallo, aunque su sensibilidad disminuye en equipos de baja velocidad o movimiento intermitente.
Ultrasonido.
Altamente sensible a fricción, impactos y cavitación. Permite detectar microgrietas y contacto metal-metal antes de que se manifiesten vibraciones anómalas. Es especialmente útil en activos de baja velocidad o difícil acceso.
Termografía infrarroja.
Detecta incrementos de temperatura asociados a fricción o desalineación. Es útil para inspecciones rápidas en equipos críticos, pero no distingue la causa específica del desgaste ni es eficaz en etapas muy tempranas.
Recomendaciones para la gestión
No olvides estas recomendaciones para evitar el desgaste temprano de tu maquinaria industrial:
- Mantener una lubricación adecuada: Garantizar la presencia de una película lubricante entre superficies en contacto es fundamental para reducir la fricción y proteger contra otros mecanismos de deterioro.
- Implementar monitoreo multitécnico: Combinar análisis de aceite, ultrasonido y vibraciones proporciona una cobertura integral para la detección temprana y el seguimiento de fallas.
- Adaptar la estrategia al activo: Seleccionar la técnica de monitoreo más apropiada según la criticidad, el tipo de componente y el entorno operativo.
- Capacitar al personal: La formación en interpretación de señales y en mejores prácticas de mantenimiento es esencial para anticipar y mitigar el desgaste.
El desgaste en maquinaria industrial es un proceso complejo que requiere un enfoque preventivo y basado en datos. Desde AlmaGMAO, promovemos la integración de tecnologías de monitoreo y la adopción de buenas prácticas para maximizar la vida útil de los activos, reducir costes y asegurar la continuidad operativa. Detectar y comprender los mecanismos de desgaste es el primer paso hacia una gestión eficiente y sostenible del mantenimiento industrial.